Novedades

Tabla de contenidos

Envases biodegradables y compostables

Cuidar nuestro entorno y el medio ambiente se ha convertido en una de las principales preocupaciones de nuestra sociedad. La contaminación por la generación de residuos que producimos diariamente esta llegando a niveles insostenibles, por lo que es importante actuar de forma inminente.
Una de las opciones que presentan algunas empresas para erradicar estos residuos y mantener un consumo más sostenible es mediante el uso de envases biodegradables y compostables, pero, ¿qué es cada uno de ellos y que diferencias presentan?
Estos dos tipos de envase generan mucha confusión y generalmente tendemos a considerarlos iguales, aunque realmente no lo son. Un material biodegradable es aquel que tiene la capacidad de degradarse al entrar en contacto con microorganismos tales como bacterias, hongos… Los envases compostables también tienen la capacidad de degradarse en el medio ambiente, y su tiempo de degradación es menor, de 12 semanas como máximo. Los envases compostables se transforman en un nuevo material llamado compost, utilizado como fertilizante y adobo de la tierra. Un material compostable siempre es biodegradable pero un envase biodegradable no tiene por qué ser compostable.
A primera vista se puede considerar que estos envases son una buena alternativa a los envases plásticos, pero en realidad siguen sin solucionar el problema de generación de residuo, ya que, tal y como apunta la Unión Europea, siguen siendo envases de un solo uso. También supone un problema la realidad de que actualmente no existen las infraestructuras necesarias para un buen tratamiento del residuo que generan estos envases. Finalmente es importante remarcar que la fabricación de estos envases aparentemente más sostenibles, en realidad consumen más recursos naturales en su fabricación, y que si se aumenta su producción podría verse comprometida la cadena alimentaria.
A lo anteriormente mencionado hay que añadir el poco valor añadido del compost, que requiere envases más pesados y con menos prestaciones mecánicas que afectan negativamente las líneas de reciclaje de plásticos, pues en muchas ocasiones se tiran al contenedor equivocado.

Según la conclusión de algunos expertos, la solución sigue siendo usar envases de plástico reciclables, reduciendo la cantidad de materia prima fósil necesario para su fabricación e implementar la economía circular. El objetivo debe ser mejorar la reciclabilidad del plástico, para que la cantidad de materiales de un solo uso, biodegradables y compostables o no, se reduzcan a niveles más sostenibles para nuestro planeta. Es importante implementar un buen sistema de reciclaje y formar a la sociedad para que ésta se realice de la forma correcta.